viernes, 31 de diciembre de 2010

La montaña más alta...

...de España no está en la península así que como las montañas no tienen la costumbre de ir a Mahoma no queda más remedio que Mahoma vaya a la montaña.




Aunque se sube todavía un poquito más arriba, a la base del teleférico a 2325 metros, pero allí no había cartel.








Casi 52 km de subida con 38 de ascenso continuado y un total de 2325 m de desnivel, o sea todos, porque se sale a nivel del mar, se hace largos, muuuuy laaaargos, tanto como casi cuatro horas y una prodigiosa media de 13,1, pero había que llegar arriba incluyendo el urltimo repecho al 12% y aquí está la prueba.




Aquí tenéis todos los datos http://www.altimetrias.net/aspbk/verPuerto.asp?id=147

El paisaje es impresionante además arriba, por encima de los 1000 metros aproximadamente, las nubes quedaban por debajo y lucía un sol espléndido, así que a la satisfacción de la ascensión se une el placer de estar a 28 de diciembra a 2300 metros de corto y tan ricamente, cuando salí de Salamanca, dos días antes, los termómetros marcaban -5º como para plantearse no subir ni un metro.

El día antes cayeron otros dos, primero el mirador de Masca, pro no por el lado de Masca que es el que sale en la altimetría de APM es decir por aquí




sino por el lado de Santiago del Teide que también tiene dos kilómetros empinadísmimos y un total de 18 km desde Los Gigantes.




Luego para rematar la faena otro de 20 km Erjos.
Total una ruta que debían haber sido 77 km con 2340 m de desnivel pero que me debí meter por algun sitio que no era y al final me saliernon 87, esta http://bikeroutetoaster.com/Course.aspx?course=196420 La media también prodigiosa 18,1.

El último día de bici poquita cosa, que no estaban las piernas para mucha fiesta y además me cayo un buen chaparrón

martes, 14 de diciembre de 2010

Straussiano

Semana casi 100% Straussiana, palabras mayores.

El jueves, concierto en Salamanca; las Cuatro Últimas Canciones de Richard Strauss, y la Quinta de Tchaikovsky. Para ser sincero poco interés tenía en la obra de este último, no es que no me gustara, sino que la razón de asistir a este concierto incluso la de haber sacado el abono de la OSCYL fue precisamente escuchar en directo estas postreras canciones Straussianas. Mereció la pena, son sólo 25 minutos, pero son una absoluta maravilla. Además en mi modesta opinión Angela Denoke las cantó muy bien, no voy a decir que soy un experto en la materia pero además de las dos grabaciones que tengo, E. Schwarzkopf y Jessye Norman, no pierdo ocasión de escucharlas siempre que aparecen programadas, ya sea en disco o en transmisiones directas, en Radio Clásica y puedo decir que lo que escuché no desmereció en absoluto de mi favorita que es la de J. Norman.

Mis favoritas son las dos últimas y normalmente entre estas suelo pensar que la que más me gusta es la última, "Im Abendrot" (En el ocaso). Pero en esta ocasión creo que me gustó más la tercera, "Beim Schlafengehen" (Al irme a dormir) Como no es fácil escoger ahí van las dos con sus respectivos textos y traducciones.

BEIM SCHLAFENGEHEN
(Hermann Hesse)

Nun der Tag mich müd gemacht,
soll mein sehnliches Verlangen
freundlich die gestirnte Nacht
wie ein müdes Kind empfangen.

Hände, lasst von allem Tun,
Stirn vergiss du alles Denken,
alle meine Sinne nun
wollen sich in Schlummer senken.

Und die Seele unbewacht
will in freien Flügen schweben,
um im Zauberkreis der Nacht
tief und tausendfach zu leben.



AL IR A DORMIR

Ahora que el día se ha fatigado,
que mi nostálgico deseo
sea acogido por la noche estrellada
como un niño cansado.

Manos, abandonad toda acción.
Mente, olvida todo pensamiento.
Ahora todos mis sentidos
quieren caer en el sueño.

Y el alma sin más guardián
quiere volar, liberadas sus alas,
en el círculo mágico de la noche,
para vivir profundamente mil veces.




IM ABENDROT
(Joseph von Eichendorff)

Wir sind durch Not und Freude
gegangen Hand in Hand,
vom Wandern ruhen wir (beide)
nun überm stillen Land.

Rings sich die Täler neigen,
es dunkelt schon die Luft,
Zwei Lerchen nur noch steigen
nachträumend in den Duft.

Tritt her und lass sie schwirren,
bald ist es Schlafenszeit,
dass wir uns nicht verirren
In dieser Einsamkeit.

O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot,
wie sind wir wandermüde-
ist dies etwa der Tod?


EN LA PUESTA DE SOL

Con penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.

A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya la brisa se ensombrece.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en el oloroso aire.

Acércate y déjalas trinar,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.

Oh, inmensa y dulce paz,
tan profunda en la puesta de sol,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esto, entonces, la muerte?



Bonita forma de despedirse ¿no?

Pues bien si las canciones me gustaron qué decir del Caballero de la Rosa, en el Real dos días después. De lo que he visto y o escuchado hasta ahora seguramente ha sido lo que más me haya gustado.




La obra en sí, en su conjunto, música y texto, es una absoluta obra maestra.

Quizá al respecto pueda resulta interesante la conferencia de José Luís Téllez en el propio Teatro Real.





Y centrándome en concreto sobre la producción que pude ver el sábado haré algunos comentarios.

Desafortunadamente no pude disfrutar de la alabadísima dirección de Jeffrey Tate, pero es sabido que este hombre tiene problemas físicos y algún día iba a dirigir el "sustituto", Jonas Alber, y me toco a mi, no estuvo mal. Tampoco pude ver en el papel del Cantante Italiano a José Manuel Zapata, del que también había leído muy buenas cosas.

La puesta en escena no puedo decir que me disgustara, aunque quizá el recurso a los paneles con grandes espejos y grandes fotos de interiores de palacios me parece un poco simplón. La enorme escalerona por la que Octavian baja para entregar la rosa me pareció un poco de revista, más considerando que a este, quizá debería decir esta, lo han vestido con un chaqué blanco también un tanto "revistero", y un poco peligrosa, en dos ocasiones Octavian pisó el Vestido de Sophie, con evidente riesgo de que esta o los dos terminasen rodando escaleras abajo, afortunadamente ambas cantantes son jóvenes y esbeltas pero una soprano oronda, tipo Caballé, lo pasaría mal en semejante posición. Le tengo que poner un pero, motivado por mi posición, y es que en demasiadas ocasiones coloca los cantantes en los extremos del proscenio, que son puntos que en un teatro de estilo italiano como el Real tienen muchos ángulos muertos de visión, un poquito más dentro del escenario se vería mucho mejor.

De los cantantes me gustó sobre todo la Mariscala, Anne Schanewils, vehementemente "braveada" al final del primer acto por un espectador cercano a donde yo estaba, he leído por ahí que quizá resulte un poco fría, pero bueno a mi desde luego me encantó. Tambien me gustó mucho DiDonato como Octavian, cantando muy bien y muy cómica, hay quien opina que demasiado, "travestida" de criada, yo creo que alguien le ha hablado de Lina Morgan. Del Barón Ochs, Franz, Hawlata, he leído cronicas bastante desfavorables en el sentido de que abusa demasiado de la "sal gorda", se trata evidentemente de un personaje cómico, ridículo, pero como no he visto otros Ochs no estoy en condiciones de juzgar si ciertamente se pasa de cómico o esta en su papel.

Por último voy a tratar de poner, los que para mi son los momentos cumbres de la obra, los que más me emocionaron.

El final del primer acto




La Presentación de la Rosa en el Segundo




Y el terceto del final del tercero.




Por último y colocado aquí fuera de su lugar, que bien podría ser cualquiera, el aria del cantante italiano. He leído esta tarde que era el papel preferido del gran Pavarotti. Le permitía exhibir, y de que forma, su portentosa voz, y marcharse a cenar después del primer acto, cobrando además como si hubiera cantado una ópera completa.



Por cierto, si alguien quiere escucharla entera mañana (14/12/2010) a las 19:00 la ponen en Rádio Clásica en directo desde el Teatro Real