domingo, 23 de diciembre de 2012

Pretemporada

Día 22 de diciembre, 11 de la mañana 13º, la niebla se ha disipado y la Peña de Francia estaba allí, a la vista. No estaba previsto, pero la ocasión la pintan calva y desde luego unas condiciones así a 22 de diciembre no se pueden dejar pasar. La vuelta se me hizo un poco larga pero después de un par de meses de salir poco y con pocas ganas volví a disfrutar encima de la bic. Cuando pesaba más de 100 kg y empecé a montar en bici, ya sabía que lo que quería era subir "allí". El primer "allí" fue la Peña de Francia, luego han venido otros muchos, más altos y de más renombre; Tourmalet, Angliru, Galibier, etc. Pero en esencia seguían siendo el mismo sitio, ese donde se acaba la carretera y ya no se puede subir más. Supongo que mientras de forma planeada, o imprevista como ayer, siga disfrutando subiendo puertos seguiré montando en bicicleta. Habrá quien piense que invertir una hora o más en subir un puerto es una pérdida de tiempo, pero hasta que se te encienden las "luces rojas", en cuyo caso lo más normal es que la cabeza sólo te de para bajar primero una pierna y luego la otra, da para pensar y a veces ver las cosas mucho más claras.