El martes pasado tuve la oportunidad de asistir a un espectáculo tristemente escaso en esta "Capital de la Cultura", la ópera.
Con una escenografía bastante modesta, sobraba más de medio escenario, y un sencillo decorado con unas cuantas puertas, la Ópera de Cámara y la Orquesta Sinfonietta de Varsovia nos ofrecieron una Flauta Mágica bastante curiosita.
Yo tenía localidad en la tercera fila y no tuve problemas aunque quizá la orquesta fuera un poco pequeña para una sala como el CAEM que es bastante grande, aunque quizá desde el punto de vista histórico la orquesta de la que Mozart pudo disponer en 1791 se asemejara más a la Sinfonietta de Varsovia que a una gran orquesta sinfónica actual.
Los cantantes en general bien, me gustó mucho Papageno, porque además de cantar bien, no se limitó a eso sino que interpretó al personaje con bastante gracia.
Tamino más sosito y con una emisión de voz no demasiado fuerte pero correcto en general.
Pamina también me gustó bastante
Aunque como no podía ser de otra forma la mayor ovación se la llevó la Reina de la Noche en su su famosísima y dificilísima aria de coloratura, pongo la que para mi es la versión "canónica", la de Lucia Popp.
El resto de los personajes en general bien.
Sobre el libreto, además de toda la simbología masónica que contiene, cabría decir que es machista y racista a más no poder. De los malos, uno es negro, Monóstatos y la otra es mujer, La Reina de la Noche, además de que se dicen cosas bastante tremendas sobre las mujeres. Cosas de la época, no había entonces ni ministerio de "igual da" ni "Formación del espíritu nacional", perdón, "Educación para la Ciudadanía" o como se llame.