miércoles, 7 de septiembre de 2011
Cuestas "perrentinas" (Larra-larrau 2011, 3 de septiembre)
Y digo yo ¿Porqué un puerto como Larrau que si bien no está en su vertiente dura en España pero si viene hacia España nunca lo han metido en la Vuelta? ¿PorquÉ tampoco nunca o casi nunca en el Tour? Lo mismo se puede aplicar para Issarbe, en cualquiera de sus vertientes, y el encadenado de los dos tal como se hace en la marcha daría mucho juego.
Y ahora una croniquilla de la marcha, copiada tal cual del foro.
Se acabó la temporada de marchas y lo hace de la mejor manera posible con un tiempo en la Larrau de 6:11:22, posición 104 y 29 de la categoría. Creía que tendría fácil mejorar algo la marca de 2010 (6:27) pero me parecía imposible siquiera acercarme a mi mejor tiempo de 2009, 6:09:33. Dadas las circunstancias climatológicas incluso con 1:49 más puede considerarse que este año es una mejor marca, de hecho en posiciones he adelantado 37.
Aquí está la Clasificación
Lo de las circunstancias meteorológicas es porque mientras que en 2009 las condiciones fueron casi perfectas este año hemos tenído muchísima niebla en las bajadas de la Piedra de San Martín e Issarbe y además lluvia en Issarbe. Ha habido momentos en que bajando no se veía mas allá de 6 ó 7 metros, y con el suelo mojado.
Hago un pequeño resumen.
La salida y la Piedra de San Martín.
Solía decirse que en esta marcha las salidas eran bastante tranquilas, casi en pelotón hasta empezar a subir la Piedra, y así fue en mi primer año, ya menos el pasado y este nada de nada, a todas castaña, o eso me pareció a mi. Tambien podría influir en esa sensación el hecho de que me da la impresión de que me pasé un poco, por decirlo suavemente, con el desayuno ¡Qué malísimas sensaciones! No empecé a encontrame un poco mejor hasta más de medio puerto, y encima pensando que me había equivocado al cargar con el chubasquero y los manguitos. Al llegar arriba y ver que estaba bastante despejado pensé que al menos nos habríamos librado de los malos augurios meteorológicos. Craso error, poco después del Col de Soudet, donde se seaparan los recorridos de la macha corta y larga, empezó a aparecer una niebla que lejos de ir aclarando al bajar se iba haciendo más y más espesa prácticamente hasta llegar abajo del valle donde ya abrió otra vez. No es un secreto que soy una calamidad bajando pero encima sin ver por donde iba...
Issarbe.
Despues de de la Piedra y antes de llegar a Issarbe viene el único tramo un poco llano que hay en la marcha, ese lo hice con un grupillo que me había alcanzado casi al final del descenso y así sin más contratiempos empezamos Issarbe. Larrau se lleva la fama, pero este no es manco. No se aprecia bien en el perfil que he puesto pero tiene cuatro km seguidos al 9,2%, 11%, 11% y 10,5% y unos cuantos más por encima del 8 ó 9%. A poco de comenzar a subir de nuevo empieza a aparecer la niebla que para subir lo cierto es que no molesta demasiado. No se puede decir lo mismo de la lluvia, al principio más suave pero que termina transformándose en un fuerte aguacero que ya no parará en toda la subida. Afortunadamente no hacía frío y en esas circunstancias la lluvia se tolera bastante bien, eso yo, porque a mi cuentakm le va fatal, si se mojan los contactos se para y me deja sin referencias de cuanto queda de subida ni de donde estoy exactamente, un mal menor en todo caso. Lo peor vendría al coronar, este descenso es de por si bastante complicado, hay tozos muy empinados donde la bicicleta se lanza enseguida y curvas muy cerradas, si a esto añadimos la escasísima visibilidad y el suelo mojado, el resultado es que se pasa un mal rato bastante largo. A pesar de todo y tras comerme medias zapatas consigo llegar abajo entero, y con el grupillo de los que me habían ido alcanzando en la bajada hacemos el otro pequeño tramo llano de enlace hasta empezar Larrau.
Larrau.
Este no engaña, los dos primeros km, antes de llegar al pueblo, son al 9 y al 11%, como para dejar claro de qué va el asunto. Aquí en el pueblo hago mi habitual única parada en la marcha para reponer líquidos, no hace el calor de otros años pero sudar se suda, no se puede afrontar esto "a palo seco" y además para tragar los geles el agua es imprescindible. Así que tras "abrevar" y "desaguar" para arriba, enseguida aparece otra vez la niebla, esta vez afortunadamente sin lluvia. Aquí no conviene andar con miramientos ni reservar nada, hay que meter todo el desarrollo que lleves, y esperar no haberte quedado corto. Yo los dos años anteriores estaba seguro de ir perfectamente peretrechado con mi triple plato 30x25, este, sin embargo, tenía la duda de como sería con mi nuevo compact 34x28. En teoría es casi lo mismo pero hasta que no te ves en situación no puedes estar seguro de no echar de menos ese poco que te falta, afortunadamente una vez pasada la experiencia puedo decir que sí, que para este puerto sí es suficiente. No voy a decir que haya subido fácil pero si he de comparar con lo que recuerdo del año pasado lo cierto es que lo he pasado mucho menos mal, valga la expresión. Supongo que los algunos kg de menos, y algunos km de más habrán tenido algo que ver, incluso puede que la niebla en esta ocasión haya sido una pequeña ayuda, la visibilidad era escasísima y si no puedes ver más alla de unos poco metros tampoco puedes ver lo que se te viene encima. En contrapartida te pierdes el paisaje que en la parte alta del puerto es ciertamente espectacular. Tras el descansillo de después del Col de Erroymendi se afrontan los dos tremendos últimos kilómetros, increíblemente incluso un día de perros como hoy hay público animando, se agradece. En cuanto se cruza la frontera, al cambiar de vertiente, la niebla desaparece incluso se nos presente un día soleado. Este sí es un descenso que me gusta, buena carretera, buena visibilidad y sin demasiadas dificultades técnicas.
Portillo de Laza y llegada.
Después del largo descenso queda la última dificultad, el alto de Laza, no es más que una pequeña tachuela de poco más de 3 km y pendientes entre 5 y 7%, pero a estas alturas parece no acabarse nunca, pero se acaba. Sólo quedan 11 ó 12 km, que para mi resultan el final ideal para una marcha, no hay llano, ni es un descenso complicado, es todo un terreno favorable pero donde hay que dar pedales, para ir a buena velocidad, 40 ó 45 km/h. Este tramo lo empiezo con otro participante en principio un poco renuente a dar relevos pero pero luego ya colaboramos los dos, lo que viene bien porque a pesar del terreno favorable se nota algo de viento de cara, alcanzamos a otro que se nos pone a rueda y así llegamos al ultimo repechillo de la meta donde no puedo evitar apretar un poco para entrar delante. Miro mi crono y cuando soy capaz de pararlo me marca algo más de 6:11. Sorpresa, de verdad que no lo esperaba.
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