jueves, 17 de noviembre de 2011

Odio correr.

Quizá se me haya ido un poco la mano, podría dejarlo en que simplemente no me gusta.

El caso es que ayer, despues de 10 meses de no hacerlo, volví a ponerme las zapatillas para salir a correr, por cierto que a este ritmo me van a durar toda la vida, para constatar lo que ya sabía, no me gusta.

Puede que subiendo el Angliru al 23% de desnivel el corazón se me vaya por en cima de las 200 ppm, puede que tras las casi dos horas que se tarda en subir el Portalet cueste un sufrimiento ponerse derecho y estirar un poco los brazos, pero al menos va uno sentado, como las personas decentes.

Decididamente la infantería no es lo mío.

1 comentario:

El crusti dijo...

No creo que te sirva de consuelo pero a mi tampoco me gusta. Pero hay que mantenerse sano y medio en forma.

Un abrazo

Santi